Nací en Madrid y mi infancia transcurrió en Amorebieta, en aquella casa que a menudo viene a mi mente, espaciosa, con un gran jardín y mucha luz, rodeado por un ambiente creado por mis padres de amor a las Bellas Artes. Recuerdo entre los muchos libros de Arte había unos tomos traídos de París con reproducciones de cuadros del Louvre. Ya en color aquellos espléndidos libros franceses me impresionaron obras como la Fuente de Ingres, La balsa de ¡a medusa de Gericault, La matanza de Quios y La libertad guiando al pueblo, ambos de De-lacroix, y muchos más.
Más tarde empecé a familiarizarme con los impresionistas franceses.
Tuve la suerte que el maestro de la escuela Municipal de Amorebieta donde aprendí a leer don Desiderio Pérez era gran aficionado al Arte. Nos mandaba recortar reproducciones de cuadros de revistas y pegarlos en grandes álbumes, lo que influyó también en mi vocación artística. En esta época hago mis primeros apuntes en Elanchobe, playa de Laga. Convento de Larrea y la plaza de Amorebieta y algunos bodegones sencillos.
BACHILLER Y MEDICINA
Mientras curso bachiller se declara la guerra del 36. A pesar de ello permanecemos en Amorebieta hasta que pudimos, mi familia y yo. Más tarde nos trasladamos a Bilbao, donde pasé algunas privaciones y hasta hambre, por mi hasta entonces desconocidas. Luego a Gor-dejuela, lugar de contiendas que superamos estoicamente. Tuve la experiencia de vivir el paso del frente con bombardeos de cañón durante varios días, de los que aún conservo nítidas aquellas tristes imágenes de los cadáveres atravesados en los mulos que traían del frente.
Me desplazo a Valladolid donde termino el bachiller y comienzo la carrera de Medicina en la Facultad de esta ciudad.
En segundo año de carrera y debido a que no hice la milicia universitaria ese verano comienzo a pintar. Estos primeros pasos coinciden con los de mi padre en pintura con quien intercambiábamos impresiones y también con su amigo y pintor vallisoletano, don Sinforiano del Toro. Simultáneamente voy a dibujar al Museo Nacional de escultura policromada, haciendo estudios de las esculturas de Berruguete,Juan de Juni y Gregorio Fernández, lugar donde se hallan actualmente, siendo entonces directores don Francisco De Cossío y don Constantino Candeira, quienes me honraron con su inestimable amistad. Asi alterno la pintura y la carrera de medicina, finalizando ésta con gran satisfacción mía y la de mis padres, con Matrículas de Honor
Mi interés en la Medicina estaba dirigido a la Oftalmología. Me inicié en esta especialidad con mi maestro el doctor don Emilio Díaz Caneja, a la sazón Director del Hospital de Val-decilla, ya fallecido.
COMIENZOS DE MI CARRERA ARTÍSTICA
Mi afán por la pintura me permite conocer diversos tratados que caen en mis manos, entre ellos un libro alemán que cita de forma minuciosa la técnica de los grandes maestros y su forma de pintar Ensayo diversas técnicas e infinidad de pruebas, preparo mis propios lienzos, en fin lo que en nuestra jerga se conoce como un «cocineo pictórico» de lo que resulta con el tiempo cada vez más satisfactorio.
En Madrid visito museos y estudios de pintores consagrados. También frecuento el Círculo de Bellas Artes donde hago numerosas series de dibujos. Tengo encargos regularmente y sigo preparando mis lienzos con la imprimación muy experimentada, lo que uso siempre en todas mis obras. Sigo estudiando la materia pictórica, soporte, colores y dibujo-boceto para realizar obras de mayor envergadura. Continúo con la pintura y hago mi primera exposición en Galería Aspa de Valladolid en 1945. El catálogo de la misma con mi presentación lo realizó el catedrático de Arte y entonces Rector de la Universidad don Cayetano de Mergelina y Luna. Debido al éxito obtenido cumplo con numerosos encargos de retratos de personas muy conocidas de esta ciudad.
Terminada la carrera y hechas las asignaturas del Doctorado, se me presentaba el dilema de dedicarme a la Oftalmología o a la pintura. Hice una serie de exposiciones calibrando la respuesta de mi obra frente al público. Realizo varias entre los años 50 y 51 en Bilbao, San Sebastián, Zaragoza y Valladolid.
Además de los éxitos obtenidos en las dos primeras ciudades, permanezco en Zaragoza durante meses en la confección de retratos. Esto decidió dedicarme plenamente a mi vocación artística. En esta época comparto en Madrid el estudio de un gran amigo, el escultor Leonardo Martínez Bueno, con quien compartí además modelos profesionales.
Continúo con exposiciones y encargos.
Mi inclinación por los viajes me acompaña desde siempre y en ellos me dedico a profundizar la pintura de otros países como en Holanda, Bélgica y mis estancias en París.
Contraigo matrimonio con Elvira Moretón Gabilondo en 1957

San Petersburgo. Edificio del Estado Mayor.
Seguimos viajando: Museo Ermitage de San Petersburgo, Estocolmo, Copenhague y la ciudad de Brujas, donde hice varios paisajes.
Trabajo en numerosos encargos para México y EE.UU
Sigo con mis viajes a Italia, Francia y Suiza y comienza mi época de murales: Iglesia de Santo Domingo de Guzmán y el Baptisterio de la misma. Iglesia de San Pío X, Noviciado de los Hermanos de San Juan de Dios en Laguna de Duero. Para la Caja de Ahorros Provincial de Valladolid confecciono varios murales. Pinto óleos de encargo para Argentina, Finlandia e Israel, intercalando algunas exposiciones. Sigo mis contactos con el País Vasco.
Acepto el encargo para la Casa Museo de Colón de Valladolid de un tema harto difícil, pues se trata de la muerte del navegante y descubridor de América (4 x 2,5 metros.)
Viajo por Bélgica, Holanda, Alemania y Suiza sin interrumpir mi labor artística. Realizo una exposición con más de cincuenta obras en Galería Decar de Bilbao.
Después del éxito de esta Exposición adquiero un piso-estudio en Plaza Campuzano, 3 de esta ciudad.
Continuo mis viajes, esta vez por Rusia, Polonia y Alemania.
Renuevo el contacto con mi clientela de México y hago un buen número de dibujos de indios mexicanos que incrementan mi colección de aborígenes americanos, grato recuerdo que conservo del Museo Antropológico de México.
Nuevo viaje por Egipto, Israel y Grecia, cuya rica cultura siempre me atrajo. Visito el Museo de El Cairo.
A finales del 89 enferma gravemente Elvira y muere en diciembre de este año lo que provoca en mi un verdadero trauma después de tantos años de vida juntos en buena convivencia.
Reanudo mis viajes, esta vez por Estambul, Yalta, Odesa y Bulgaria. En ésta época conozco a Clara, mi actual mujer, quien me ayuda enormemente a superar mi bajo estado anímico y luego de varios meses de trato, contraemos matrimonio en 1993.
Viajamos a Argentina para conocer la tierra de mi esposa. Visitamos Buenos Aires, Mendoza y Santiago de Chile, donde realizo algunas obras.
De nuevo en Madrid continúo con mis trabajos, diversificando los temas: dibujos, paisajes, bodegones, figuras.
Siempre empleo lienzos con mi imprimación, que uso durante toda mi vida y que me han dado buenos resultados.

Camellero (El Cairo)